El ladrón de caridad.
Más de 100 personas mueren al día esperando una ración de arroz que llevarse a la boca. La peor y más ignorada crisis de hambre de la historia del país africano está en su punto álgido. La comunidad internacional, después de meses de desidia, consigue introducir ayuda en el país. El fotógrafo británico Tom Stoddart acompaña a una unidad de Médicos sin Fronteras hasta el campamento.
Allí, en una de las interminables colas para recibir la caridad, capta la imagen de un niño lisiado mirando desconsoladamente a un adulto con una bolsa de cereales. La fotografía no cuenta que, cinco segundos antes, ese adulto había arrancado la bolsa de las manos del pequeño.
Un toro en la Gran Vía.
1928. Las ovejas y vacas de muchos ganaderos madrileños pastan cotidianamente por la ribera del Manzanares, el río que serpentea al sur de la capital. Uno de los astados se escapa y decide adentrarse por el Puente de Segovia hacia el centro de la ciudad. Sembrando de heces y pánico los adoquinados más ilustres del reino.
En Madrid, capital del mestizaje más castizo, no escaseaba por entonces la afición y, sin arte de magia, un torero podía aparecer de cualquier esquina y así fue. Diego Mazquiarán o el “Fortuna”,será recordado como el único torero que ha matado a ‘abrigo’ y espada un morlaco en plena Gran Vía.
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